Los pequeños “yoes”
La personalidad está compuesta de una multitud de fragmentos llamados pequeños “yoes”, el conjunto de todos ellos constituyen la imagen de sí. Esos pequeños “yo” actúan de manera autónoma y a menudo contradictoria, dirigiendo cada uno a su turno la personalidad. Por ejemplo el “yo” celoso, el yo que se queja, el “yo” sumiso, el “yo” dominante… Sin darnos cuenta, nos tomamos  constantemente por uno de esos pequeños “yoes” lo que nos da la impresión de ser una unidad, y la realidad es que el ser humano está completamente fragmentado.