Constituye la verdadera naturaleza del ser humano. Está aún más alejado del “yo” inferior (conjunto de pequeños yoes) que de la Esencia. Se despierta a medida que desarrollamos nuestra Esencia. Ese “yo” superior está compuesto de dos partes superiores de nuestro ser (el centro emocional superior y el centro intelectual superior), que no pueden manifestarse que si reciben un alimento de calidad, únicamente transmitido a través la Esencia. Purificando nuestro “yo” inferior, permitimos a nuestra Esencia de desarrollarse y ponemos en actividad el centro emocional e intelectual superiores. Entonces nuestro “yo” Superior puede manifestarse.
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