Nuestra enseñanza no es una religión. No hace falta tener ningún tipo de fe, son necesarias 4 etapas:
- Comprender intelectualmente los principios.
- Llevar a cabo una reflexión a partir del estudio y de la aplicación de esos principios.
- Después de haber comprendido el principio, de haberlo reflexionado y aplicado, seremos capaces de percibir la verdad, comenzamos a liarnos emocionalmente al camino, y a quererlo.
- El conocimiento del Camino, da la energía para actuar.
La enseñanza de Selim Aîssel está basada en el
4° Camino. Esta sabiduría está en constante evolución, adaptada a la contingencia, Selim Aîssel la ha nominado el
5° Camino (guardando un profundo respeto por el 4° Camino y todos aquellos que vendrán después) .(
"guardando un profundo respecto por el 4° Camino y todos aquellos que vendrán después").
El 5° Camino.
Para reencontrar los lazos de unión con la
fuerza de los Orígenes , el camino es doble:
- De una parte hay el esfuerzo y la voluntad en el Camino, junto con la reflexión y el servicio.
- Por otra parte, sin abandonar la voluntad y el esfuerzo, deshacerse de la voluntad egoísta buscando una resonancia con una Fuerza más grande, ese es el 5° Camino.
Esos dos caminos son complementarios, el primero siendo una preparación al segundo. Cuando un ser humano consigue armonizar,( en la inmovilidad y el silencio), su cuerpo físico, su centro emocional, y su centro intelectual, es posible que la
fuerza de los Orígenes venga hacia él. En efecto, cuando un ser humano se endereza verdaderamente y que abandona sus pensamientos, emociones, deseos, y movimientos habituales, se deja llevar por el movimiento de su alma o movimiento de los Orígenes, puede entonces comenzar el verdadero proceso de la realización de su alma y de su Esencia.
Hoy día, estamos en una época donde cada ser humano, es capaz de vivir la fuerza de su propia alma o la fuerza de los Orígenes directamente, sin ninguna ayuda exterior y sin ningún ritual. Esta fuerza, es hoy día accesible a todo ser humano que lo quiera. La única cosa que hace falta es de querer ese contacto, de estar preparados a confiarse a su propia alma, a esta fuerza que es más grande que el ser, la fuerza de la vida, de la evolución y del despertar del alma.